Antes de decidir en qué utilizar tu bonificación, es clave evaluar tu situación financiera actual. Por ejemplo, si aún no cuentas con un fondo de emergencia que cubra entre tres y seis meses de gastos, ese debería ser tu primer paso. Un colchón financiero te permite enfrentar imprevistos sin comprometer tus inversiones.
Si ya tienes esa base cubierta, entonces es momento de considerar opciones que hagan crecer tu dinero:
Protege y rentabiliza tu capital: Si prefieres estabilidad y rendimientos predecibles, productos como Alpha Plus te permiten generar ganancias seguras con plazos desde 30 días hasta un año.
Opta por el crecimiento: Para quienes buscan mayores rendimientos a largo plazo, la inversión en acciones o fondos de renta variable puede ser una opción atractiva, aprovechando el potencial de mercados en crecimiento.
Diversifica para minimizar riesgos: Distribuir el dinero en diferentes instrumentos financieros te permite reducir la exposición a la volatilidad y aprovechar distintas oportunidades de rentabilidad.
Mantener el dinero estático en cuentas de bajo rendimiento puede hacer que pierda valor con el tiempo debido a la inflación. Por eso, invertir es clave para que tu dinero no solo se conserve, sino que crezca y se convierta en un verdadero activo para tu futuro.