Si hay algo que ha sido constante en los últimos meses, años y décadas ha sido la incertidumbre de “¿Qué es lo próximo que pasará?” Nos cuestionamos qué será de nuestro futuro, y por supuesto, eso incluye cuáles son los pasos correctos que debemos dar para proteger nuestras inversiones y patrimonio.
Muchas personas han logrado navegar en los mercados de capitales, pero todavía hay un gran grupo que no ha dado ese paso. Muchas veces por miedo, pero realmente la pregunta es: ¿Invertir en los mercados de capitales es una apuesta loca y aventurada, o realmente hay alguna ciencia que nos ayude a no solo cuidar, sino que también que crezca nuestro patrimonio?
Para responder esa popular inquietud, vamos a explorar el concepto de un portafolio de inversión diversificado. Esta diversificación consiste en portafolios diseñados para perfiles de riesgos específicos, y que, para sorpresa de muchos, desde hace más de 60 años se está implementando.
A pesar de existir mercados de capitales donde se tranzaban acciones de empresas, deudas y otros activos, no fue hasta luego de la Gran Depresión que se logran introducir sistemas contables que permitieran hacer análisis más fundamentados que de “intuición”. Luego de pasar por la post guerra y las revoluciones económicas y sociales, estas empujaron y aceleraron la necesidad de hacer mejores inversiones alineadas al riesgo de los activos con el del perfil de riesgo del inversionista.